sábado, 31 de octubre de 2009

LA MASONERÍA JACOBITA Y LA UGLE

Por Cuauhtémoc D. Molina García
Los orígenes más remotos y auténticos de la Masonería debemos ubicarlos en Escocia desde los trabajos de William Schaw y el impulso denodado que le imprimió Sir Robert Moray. Fue aquí donde se fundaron las primeras Logias especulativas de masones aceptados, gracias al trabajo de estos dos próceres de nuestra Hermandad. Sin embargo, desde 1714 se había instalado en Inglaterra una casa gobernante alemana —Orange, de Hannover— que desplazó a los Estuardo de la Corona inglesa y que nunca contó con el apoyo popular. El arribo de esta casa extranjera al gobierno inglés fue apoyado por las cuatro Logias londinenses que la tradición dice fueron las fundadoras del ahora internacional movimiento masónico. Nada más alejado de la verdad.

En efecto, en 1717 The Goose and Gridiron, The Crown, The Appletree y The Rummer and Grapes, fueron establecimientos logiales que tenían, entre sus miembros a individuos no vinculados con el Arte y Ciencia de la Construcción, es decir, miembros aceptados, pero éstos ya existían desde mediados del siglo anterior, como bien hacen constar estudios e investigaciones acuciosas sobre nuestros orígenes como Gremio filosófico. De modo que la masonería londinense en realidad no hizo sino aprovechar a estas cuatro Logias que, seguramente, provenían de concesiones dadas por los Estatutos de Schaw, desde mediados del siglo XVI.

La desaparición de la dinastía de los Estuardo provocó también la extinción de la masonería jacobita en Inglaterra, pues para la nueva casa gobernante, los Hannover, el recuerdo estuardista jacobita constituía una osadía política. Por ello, para un masón londinense de 1717, decir que era masón jacobita constituía un peligro mortal. Por esta razón, las ramas jacobitas del Gremio fueron relegadas, cuando no extinguidas definitivamente. Luego de las Revoluciones francesa y americana, permitir que la masonería estuardista —de claros orígenes escoceses— pudiera renacer, representaba una intimidación para los Hannover. Precisa aclarar aquí que cuando hablo de los orígenes escoceses de la masonería, para nada me refiero al grupo masónico denominado Rito Escocés, Antiguo y Aceptado, que en Escocia ni conocieron, ya que es un sistema eminentemente americano, inventado en Charleston en 1801.

El ocultamiento definitivo de cualquier resabio escocés —jacobita estuardista— de la masonería quedó consolidado con la fundación de la Gran Logia Unida de Inglaterra (UGLE, por sus siglas en inglés) en 1813, organismo de fusión que reagrupó las dos facciones inglesas de la masonería, la de los “modernos” de Hannover (las cuatro logias referidas de 1717) y la de Lawrence Dermott, los “antiguos”. La UGLE surgió bajo el mando del Duque de Sussex, hijo de Jorge III, el rey loco bajo cuyo gobierno Inglaterra perdió las colonias americanas.

Este noble purgó a la nueva Gran Logia de toda simpatía por lo estuardista jacobita y eliminó por completo todos los rituales que tuvieran el mínimo rastro de relación con los Estuardo en el Gremio. Un claro ejemplo de esta fobia por lo estuardista, por parte del duque de Sussex, fue la eliminación de dos importantísimos testimonios que, de existir, nos estarían dando luz abrumadora sobre los orígenes del Gremio masónico: uno es The History of Freemasonry, escrita por Elías Ashmole —que también dejó una historia de la Orden de la Jarretera— y la otra es también una Historia de la Masonería, nada más y nada menos que de Sir Robert Moray, con mucho el padre del especulativismo masónico. Ambas obras fueron escritas a petición expresa de la Royal Society.

El duque de Sussex, Augusto Federico de Hannover, como Gran Maestro de la UGLE, borró todo rastro estuardista de nuestro Gremio, pista que con mucho constituye la fuente original de nuestra Fraternidad. Pero también eliminó todo vestigio respecto de la relación de la masonería con los orígenes de la Real Sociedad, la rama científica de la masonería, aquélla que permitiría a los operadores del Gremio “acercarse al Trono de Dios por medio del descubrimiento de los misterios de la naturaleza”. Tal y como dicen los rituales originales del Fellow Craft.

Sin embargo, las cosas salieron a relucir en su majestuosa verdad, no por la acción de los masones londinenses, sino por el primer ataque de la iglesia católica romana a la Hermandad, dominada por los Hannover. La primera excomunión contra la masonería, en 1737, dejó entrever los orígenes profundos y remotos del Arte Gremial Masónico, espiritual y filosófico; orígenes estuardistas y por lo mismo escoceses y no solo de las primeras logias especulativas, sino además, de la Real Sociedad.

jueves, 29 de octubre de 2009

LOS RITUALES INGLESES


Los dos rituales principales utilizados por la Gran Logia Unida de Inglaterra son los de Emulación y Estabilidad. Ambos rituales llegaron a Inglaterra a través de las logias Escocesas e Irlandesas que formaron la llamada Gran Logia de los “Antients” y practicaban una Francmasonería de origen Escocesa e Irlandesa, que son tradiciones totalmente diferentes de la masonería tradicional simbólica practicada desde tiempos inmemoriales en Inglaterra.

Las logias Inglesas, posterior a la unión del 27 de Diciembre de 1813 fueron obligadas a abandonar sus rituales tradicionales que eran mas hermosos, significativos y simbólicamente mas correctos que los rituales básicos y de no tanta exactitud que los rituales provenientes de Irlandeses y Escoceses. En realidad esto es visto casi como una parodia de la historia de la Orden, sabiendo que la masonería en las Islas británicas se originó en Inglaterra como se puede apreciar en el Manuscrito Regius de 1390.

Es en Inglaterra que la Masonería tiene su inicio, y es desde Inglaterra hacia Irlanda y Escocia que la Masonería se expandió.


ESTABILIDAD
Los rituales llamados Estabilidad fueron recibidos a través de la Logia de Investigación Estabilidad (aprobados por la Logia Estabilidad hoy Nº 217 y antiguamente perteneciente a la Gran Logia de los llamados “Antients”), que tenia entre sus 17 fundadores a 16 hermanos pertenecientes a los llamados “Antients” un año después que la Logia Reconciliación termino su labor. Tres miembros de esta Logia estaban entre sus fundadores y se afirma que enseñaron las ceremonias practicadas en ella. En total 8 miembros de la Logia Reconciliación fueron miembros de la Logia Estabilidad de Instrucción en varias ocasiones.


EMULACION
La Logia Emulación fue fundada seis años después de Estabilidad, en 1823, bajo los auspicios de una Logia en Londres de los llamados “Antients”, hoy Real Logia York de Perseverancia. Nº 7, pero en 1830 pasó a la jurisdicción de la Logia Unión Nº 256, de los “Modernos”. De los 21 fundadores, 10 pertenecieron al cuerpo de los “Antients”.

sábado, 17 de octubre de 2009

LOS MANUSCRITOS SECRETOS DE NEWTON

Una de las principales figuras de la ciencia de todos los tiempos, uno de los primeros lugares sería ocupado por Isaac Newton (1643-1727) —el de la leyenda de la manzana que cae de un árbol, lo que le hace pensar en la ley de la gravitación universal y causa un revuelo de consideraciones mayores.. una leyenda pero descriptiva.
Sin embargo...
A finales de junio pasado, una pequeña nota de la AP reportó un suceso revelador acerca del científico —fueron puestos en una exhibición pública manuscritos de Newton, de hace 300 años y que jamás antes habían sido vistos más allá de un puñado de especialistas.
El contenido es maravilloso: cálculos para determinar la fecha exacta del Apocalipsis; detalles sobre las medidas del templo de Jerusalén. En fin, interpretaciones bíblicas hechas por el mismo Newton —el gran científico ocupado en cuestiones religiosas.
Obviamente, Isaac Newton tenía esa pasión y una gran fe. Los manuscritos fueron puestos a subasta en 1936 y adquiridos por un académico judío. Fueron guardados en cajas de seguridad de la bibliteca nacional en Tel-Aviv y ahora es posible verlos. Ante eso, hay una reacción obvia de curiosidad —por ejemplo, al saber que según sus cálculos el mundo se acabará después de 2060, no antes, una afirmación que según él era más destinada a detener especulaciones del final de los tiempos hechas durante su vida. También habla del regreso de los judíos a la Tierra Santa. Se ha interpretado esto como la creencia de Newton en el contenido de importantes conocimientos ocultos en estos textos.
También se ha comentado que los documentos muestran a un científico preocupado por cuestiones religiosas, algo que en nuestros tiempos suena gracioso o curioso al menos —la imagen actual de un científico es la de un experto que por principio pone de lado las cuestiones religiosas: para él, el mundo es lo que ve, no lo que establecen los textos de una religión. Y eso es comprensible, al menos en los casos en los que, por ejemplo, alguien se encuentra en un laboratorio investigando la vacuna de alguna enfermedad: él creerá sólo eso que sus sentidos persiguen siguiendo estrictos métodos científicos. Eso es lo que se ve y en ello poco o nada hay de religión. Sin embargo, la imagen no explica a toda la persona que eso hace: la imagen de alguien trabajando como abogado, científico o barrendero, no puede explicar a la totalidad de la persona. Por eso es valioso el material de Newton, ya que permite verlo más allá de sus obras conocidas de óptica y las demás.
Es otra faceta la que se presenta, la de un hombre con preocupaciones religiosas y que es perfectamente posible de encontrar en el abogado, científico y barrendero —lo que puede hacer comprender algo que pone en tela de juicio a la sabiduría convencional de hoy: la ciencia no está peleada ni es opuesta a la ciencia.
La imagen de Galileo y sus problemas con el papado pesan demasiado en la mente actual y hacen dificultosa la comprensión de una realidad más sutil y rica: ambas, religión y ciencia, al final de cuentas, buscan explicaciones y por eso son congruentes con la naturaleza humana, profundamente inquieta y curiosa. Cada una busca explicaciones siguiendo diferentes caminos. La ciencia es una búsqueda sustentada en los medios humanos: la capacidad de percepción y raciocinio. Es un camino gradual, que mejora paso a paso los conocimientos de la realidad, con descubrimientos como los del mismo Newton. La religión es otro camino en la misma dirección, por otros medios —en los que no sólo existe la intervención humana, sino también la de Dios: la de los textos sagrados y que contienen también conocimiento, de otro tipo, pero conocimiento al fin, aunque no sujeto a las disciplinas científicas (¿cómo probar en un laboratorio o en una mesa de quirófano la existencia de Dios?).

Ciencia y religión van en la misma dirección y pensar que llevan direcciones opuestas sólo puede producir desvíos en ese camino: pérdidas de rumbo que dañan a las personas.

Publicado en: http://contrapeso.info/articulo-5-2723-68.html

sábado, 10 de octubre de 2009

LA PALABRA DEL ALTÍSMO...


Por eso dice el Señor Omnipotente
“Yo pongo en Sión una piedra bien probada!,
Piedra angular y preciosa para un cimiento firme;
el que confíe no andará desorientado.
Pondré como Nivel la Justicia y la Rectitud como Plomada.

Is, 28: 16-17 NVI