domingo, 25 de abril de 2010

LA MASONERÍA REGULAR

Cada vez es es más complicado definir la regularidad en el seno de la Masonería. Algunos, suelen confundir el concepto con legalidad, otros con "normalidad" y otros más con algo que descalifica el resto de las organizaciones masónicas. También es común tomar la Regularidad por reconocimiento.
Otros -sobre todo a partir de 1778- han acordado hablar de Masonería dogmática y masonería "liberal". La realidad de las cosas es que la regularidad es solo el apego de las organizaciones masónicas a los preceptos y lineamientos fundacionales de la Masonería primera, la original que vio la luz en 1717, en Londres, aunque ésta haya tenido sus orígenes más remotos durante el siglo anterior.
Fuera de esta Masonería, lo que tenemos son otras masonerías que, si bien no se apegan a la totalidad de estas normas, no dejan de ser expresiones del Arte Real y vías iniciáticas para lograr la Construcción del Hombre. De hecho, lo que puede decirse hoy en día es que existen varias o muchas "regularidades", pues cada Obediciencia masónica enarbola una de ellas calificando o descalificando a las otras, que por alguna razón no son como ella.
El pensamiento masónico, sin embargo, aparece como una unidad integrada con pocas o escasas variaciones. Lo que busca la Orden es hacer de los buenos hombres, mejores hombres para integrarlos a la sociedad en buena manera.
Pero es verdad que existen posiciones radicales entre las diversas Obediciencias, y quizá la más relevante sea la de considerar al Creador, Gran Arquitecto del Universo, como tal y como Inspiración Superior de todo trabajo masónico en Logia legalmente constituida y bien gobernada. Muchas organizaciones masónicas, de las llamadas a sí mismas "liberales" o "no dogmáticas", asumen que ellas representan el adalid masónico por excelencia; olvidan que los orígenes de la tradición iniciática, incluso sus fines y métodos, son eminentemente espirituales, y que si son espirituales, entonces deben reconocer la existencia de Dios, bajo cualquier denominación que los individuos le den. No hay realización espiritual, en el sentido iniciático tradicional del término, si no se reconoce la evolución del alma como algo dado al hombre por Dios.
En Isaac Newton No. 7, Logia del Antiguo Oficio, asumimos la Existencia de Dios y la Inmortalidad del Alma como principios básicos del Arte.
Recordamos también la tradición fundacional de los Santos Patronos de la Masonería, como los tuvieron todos los Gremios medievales. Y, entre otras cosas, nos apegamos sin discusión a los Antiguos Límites y al Ritual de Tradición.
¡Es así como practicamos y disfrutamos el añejo sabor de la Masonería!