TRABAJAMOS EL RITUAL DEL ANTIGUO GREMIO

El Ritual del Antiguo Gremio de la Honorable y Antigua Fraternidad de Libres y Aceptados Masones rescata la esencia de la Masonería Antigua, primigenia y Universal. La Masonería esta dedicada -en principios, postulados, ritual y simbolismo- a construir un Templo al Altísimo, según la tradición que nos marca el Primer Libro de los Reyes, Capítulo 6, así como el Segundo Libro de las Crónicas, Capítulos del 2 al 6. La Masonería se consagra así al trabajo espiritual y sublime inspirado por sus símbolos ancestrales.

Por está razón, es de suma importancia conservar su espíritu incólume y original, evitando a toda costa contaminar sus procedimientos ritualísticos con elementos extraños traídos de otras escuelas iniciáticas, que aunque simbólicos y llenos de enseñanzas, no menos sublimes, son sin embargo ajenos a la tradición "de la casa".

El sistema de trabajo, o método de trabajo ritual del Antiguo Gremio, también conocido como Rito York, es muy parecido al Rito Emulación con el cual se conciliaron las dos Grandes Logias de Iglaterra (los Antiguos en York y los Modernos en Londres).

Para los desconocedores de las tradiciones auténticamente masónicas, hemos de informar que la Masonería primigenia es la que conocemos como Masonería Azul en tres grados: Aprendiz Aceptado, Compañero del Gremio y Maestro Masón. Todos los sistemas de grados adicionales y distintos al grado de Maestro -los así llamados Ritos- son sistemas creados e inventados posteriormente a los Grados de la Gran Logia. No obstante, duranta el pacto de unificación de las dos Grandes Logias de Inglaterra (Londres y York) celebrado en 1812, se acordó el Santo Real Arco como complemento del Grado de Maestro, no como grado diferente y accesorio.

Lo anterior permite reconocer que un Maestro Masón puede, luego de adquirir en antigua y debida forma su Grado, ingresar a los Ritos Regulares de la Obediencia que son dos: el Rito York y el Rito Escocés, puestos así en orden de su antiguedad.

Ningún Rito es mejor o peor que otro, como alguien erróneamente pueda llegar a creer; pues de un Rito a otro sólo existen las diferencias protocolarias propias de una visión de un sector de la masonería mundial, que de una u otra forma trata de llegar a los mismos objetivos que persiguen los miembros de cualquier otro rito masónico.

Las diferencias evolutivas de los diversos ritos son relativas, y proporcionales al esfuerzo específico que los miembros de cada rito ofrecen dentro de cuerpos capitulares, supremos consejos, grandes capítulos, distritos, estados o países donde funciona la Masonería.

Históricamente, a lo largo y ancho del universo, se ha contabilizado la existencia de más de un centenar de ritos masónicos, ofreciendo en su conjunto más de sesenta grados o niveles de instrucción; actualmente, al parecer sobreviven aproximadamente menos de veinticinco de ellos.

Pero tan sólo dos ritos concentran más del 90% de la Masonería en pleno funcionamiento. Estos dos ritos predominantes son el “Rito Escocés Antiguo y Aceptado” y el “Rito York” que son, como hemos dicho, los dos únicos Ritos de la Obediencia.

RITUAL DE EMULACIÓN

Como todos sabemos (o deberíamos saber) en 1717 se federaron cuatro Logias de Londres y Westmister para formar la Gran Logia de Inglaterra, dando origen a la época moderna de la Masonería. Estas Logias trabajaban mediante la utilización de Ritos de transmisión exclusivamente oral, utilizados por los masones constructores de catedrales ya en los inicios de la Edad Media, siendo poquísimos los documentos que se conservan al respeto debido a la tradición del secreto masónico.

No es hasta 1823 cuando se crea en Inglaterra la Logia «Emulation Lodge of Improvement» con el fin de unificar y depurar los matices propios de este Ritual, la cual por primera vez imprime el «Ritual de Emulación» basado en las antiquísimas tradiciones de los masones de todos los tiempos, siendo dicho texto aún hoy vigente, y no habiéndose modificado nunca, ni siquiera una coma.

El hermano iniciado en el Ritual de Emulación se caracteriza por un especial apego al conocimiento y dominio del propio Ritual, dado que es éste el que dibuja el marco y contenido de las sesiones, llamadas Comunicaciones. Se puede definir este sistema ritual como intimista y espiritual, ya que es a través de la práctica y el estudio del Ritual que el Aprendiz Aceptado incorpora y reflexiona sobre los muchos mensajes contenidos en los textos de apertura y cierre de los «Trabajos» de la Logia, así como en los textos correspondientes a las ceremonias de iniciación, pase el segundo grado de Compañero y elevación al tercer grado de Maestro.

El Ritual de Emulación traza un camino a practicar, en un principio, y aparentemente, sin la ayuda exterior del análisis y explicaciones provenientes de los demás hermanos. Hay que vivir el Ritual y las Comunicaciones.

El Ritual de Emulación es un sistema que, aunque antiguo, se le ve moderno por su elegancia y perfecta aceptación; el profano del mundo actual y contemporáneo lo ve como aceptable, digno y respetuoso de su persona, individualidad y concepciones religiosas particulares. No sugiere ceremonias aparatosas que fácilmemente transitan de lo sublime a lo ridículo y al mismo tiempo irreverente para la dignidad del hombre moderno, culto y civilizado.

El trabajo masónico se representa como un psicodrama que deja una profunda huella en la mente y corazón del hermano, siempre que esté receptivo. A veces puede resultar desconcertante o difícil este camino para el hermano que espera obtener explicaciones de los más antiguos, al considerarlos más experimentados. Se le puede ayudar a identificar una parte de los «Landmarks» ( Antiguos deberes, Usos y Costumbres) que deberá mantener, pero el camino es individual y personal, lo cual exige un esfuerzo introspectivo y de autocrítica intimista a los masones que practican el Rito de Emulación. El trabajo del Venerable Maestro de la Logia (el que gobierna la Logia) y el de sus dos Vigilantes (ayudantes) tiene una primera prioridad en las sesiones que se celebran en este ritual y que es la de saber escenificar y transmitir la esencia del Ritual y su simbolismo a los demás Hermanos. Esto exige tres esfuerzos básicos:

1. Entender la mecánica de los movimientos durante las Tenidas y poder
guiar a los demás Hermanos menos experimentados.
2. Entender y conocer suficientemente el significado de las diferentes
frases, preguntas y respuestas del Ritual, para poder pronunciarlas libremente,
con el tono y acento adecuados (preferiblemente de memoria) y poder escenificar
los trabajos de modo fluido y natural.
3. Vivir e interiorizar las Ceremonias.

De esta manera los demás hermanos también se sentirán inmersos en el Ritual y en cada reunión encontrarán frases y símbolos que les harán reflexionar, entender y profundizar en el mensaje del mismo. Solamente de esta manera se puede avanzar firmemente en nuestro Arte Masónico a través del Ritual de Emulación.

Sin embargo, a diferencia de otros Métodos de Trabajo Masónico, no todo el trabajo se realiza exclusivamente durante la Comunicación Abierta o reunión. En el Ritual de Emulación cobra una excepcional importancia el Ágape Fraternal que sigue a la sesión ritualística y que, de hecho, no concluye hasta que se celebra el último Brindis o «Brindis del Cubridor».

El ágape, forma parte de la Sesión y por lo tanto tiene sus propias reglas. Su marco exterior son los brindis y el orden establecido del uso de la palabra de cada hermano. El marco interior lo conforman las palabras que aquel pronuncia, bajo la dirección del Director de Ceremonias y de acuerdo con el Venerable Maestro. Durante el ágape, todo miembro de la Logia puede y debe aportar opiniones y reflexiones susceptibles de enriquecer a los demás.

No hay indicaciones previas sobre los temas de los «Trabajos» en el ágape, pero pueden significar, bien llevados, una gran ayuda para orientar a los Hermanos en el camino de ser un buen masón.

En la Logia Sir Issac Newton No. 1 de Investigación usamos este Ritual, sublime, maravilloso y profundo.