En 1936 se descubrieron documentos secretos de Isaac Newton en los que muestra su asorbente pasión por el estudio de la mística, la fe y el mundo de la espiritualidad. Por ejemplo, en una carta escrita a Robert Boyle le sugería mantener absoluto silencio acerca del conocimiento místico que habían adquirido, pues tal saber no podía ser hecho público "sin causar grave daño al mundo".
¿A qué se refería Newton con esos descubrimientos?, ¿cómo es que esos saberes secretos podrían hacerle daño al mundo?
Newton era un hombre de ciencia, un hombre de razón; pero, como muchos científicos a lo largo de la historia, sabía y comprendía que la realidad no es una sola, no al menos la que solemos ver con "nuestros ojos". Hay una realidad paralela de cuyo conocimiento se sabe desde hace miles de años, pero que en tiempos de Newton no se aceptaba como tal. Menos en los nuestros, en los que la "nueva física", la física cuántica, la ciencia de la mente y la noética, puesta ahora de moda por la novela El Símbolo perdido, de Dan Brown, dan cuenta de esos maravillosos universos paralelos que no vienen sino a demostrar que los escritos del mundo antiguo, los sabios espirituales de todos los tiempos, los Grandes Iniciados, tenían un sobrado conocimiento de estos fenómenos que, apenas hoy, la ciencia empieza a aceptar.
Nuestro Isaac Newton, descubridor de la ley de gravedad, previó que el fin del mundo llegará en 2060, según una exposición en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Aqui, Newton compite con las profecías mayas, también puestas de moda por la película catastrofista 2012.
La exposición revela nuevos documentos sobre el trabajo y las investigaciones del científico, que vivió entre 1642 y 1727, de las que se deduce que, además de la física y la alquimia, estudió profecías apocalípticas escritas en la antigüedad. Nos revelan que Newton se esforzó en descifrar lo que él consideraba que eran conocimientos secretos, conocimientos codificados en las escrituras sagradas de culturas antiguas y de otros archivos históricos.
Entre los manuscritos del científico hay uno en el que trata de calcular el fin del mundo según el libro del profeta Daniel en el Antiguo Testamento y llega a la conclusión de que se producirá en el año 2060. En otros, analiza textos hebreos consagrados en la liturgia judía así como fragmentos del filósofo y médico cordobés Maimonides.
Los documentos de la exposición "Los Secretos de Newton" pertenecen a la Biblioteca Nacional de Israel, situada en el campus de ciencias de la Universidad Hebrea. A la Biblioteca llegaron en 1969, donados por el filántropo judío Abraham Shalom Yehezquel Yehuda, que los había comprado en 1936 en una subasta en Londres.
Es la primera vez que se exponen los documentos del consagrado científico británico y muestran una de sus caras más desconocidas, la de tratar de extraer material científico de textos antiguos como la Biblia y el Talmud.
Newton hizo una aproximación a estos estudios con la misma meticulosidad que demuestra en su trabajo científico y hace una aproximación a la ciencia con el fervor religioso que lo llevó a ser considerado una suerte de profeta.
Los tesoros de esta exhibición nos invitan a replantearnos dicotomías tradicionales como antigüedad y modernidad, ciencia y religión, racionalidad e irracionalidad.
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